La alergia a la humedad es el causante de una gran parte de los problemas respiratorios que afecta principalmente a niños y ancianos, provocando enfermedades o agravando las ya existentes.

En ocasiones, no son perceptibles o no conseguimos detectar su presencia. ¿Sabes si puedes tener un foco de infección en tu casa? ¿Conoces las causas y los síntomas de esta alergia?

¡No te preocupes! Porque a lo largo de este artículo te descubrimos absolutamente todo lo que necesitas saber para detectarlas y ponerles remedio.

¡Comenzamos!

¿Qué son los hongos y cómo se reproducen?

Los hongos tienen un hueco propio en el reino de los seres vivos llamado Fungi. Estos se encuentran a mitad de camino entre las plantas y los animales. Consiguen su alimento por descomposición de la materia orgánica, por lo que son saprofitas. Y aunque existan más de 500.000 especies de hongos, solo unas 50 causan alergias y todas ellas son mohos.

Los mohos se reproducen mediante esporas, que son las «semillas» que se respiran y provocan las afecciones alérgicas. Las esporas son muy resistentes, y fácilmente transportables por el aire.

Solo necesitan humedad y un ambiente ligeramente caluroso para comenzar a reproducirse, por lo que a diferencia del polen, no depende de las estaciones del año, sino del ambiente tanto dentro como fuera del hogar.

La alergia a los hongos de la humedad

alergia a los hongos de la humedad

Los hongos ambientales son los causantes de este tipo de alergia, en concreto, sus esporas, que son diminutas e imperceptibles. Se le denomina de múltiples formas: «alergia al moho», «alergia a los hongos ambientales» o incluso «alergia a los ácaros de la humedad».

Todas estas son distintas denominaciones para un mismo problema, aunque normalmente se suele conocer más por «alergia a la humedad», ya que cuando esta aparece también lo hacen los hongos y los ácaros, que crecen y se reproducen; aunque como bien se ha señalado anteriormente, el tipo de hongo que produce este tipo de alergia es el moho.

Por consiguiente, la alergia que venimos a tratar hoy realmente estaría refiriéndose a tener alergia a los hongos o a los ácaros.

Los niños son especialmente sensibles a sufrir los síntomas que esta acarrea. Habitaciones mal ventiladas, goteras u otros focos dentro del hogar provocan un aire cargado de esporas que pueden desencadenar en asma.

Algunos datos proporcionados por el FEMA (Federal Emergency Management Agency), aseguran que el el 83% de rinitis crónica y el 78% de asma viene provocado por un exceso de humedad y moho en la habitación donde duerme el niño.

Los bebés, por su parte, también pueden sufrir las causas de estas alergias aunque muchas veces se debe a la falta de desarrollo de su sistema inmunológico.

Tipos de alergia a la humedad

Como se ha comentado más arriba, la humedad no es la causante de la alergia propiamente dicha, sino que es el desencadenante para que crezcan organismos, siendo estos los que en última instancia provocan las reacciones alérgicas.

Por esta razón, podríamos decir que existen dos tipos de alergia a la humedad: alergia a los hongos (mohos) y a los ácaros de la humedad. Ambos producen reacciones similares y se suelen encontrar a la vez, ya que comparten las mismas necesidades del entorno.

¿Cómo influye la humedad ambiental?

La humedad ambiental mide la la cantidad de vapor de agua existente en el ambiente. España, concretamente, en las zonas mas próximas al mar y a grandes extensiones de agua, presentan una ambiente más húmedo que en zonas secas y áridas.

La humedad es un ecosistema perfecto para la proliferación de hongos y ácaros. Las manchas negras en la pared o un alimento con el típico color verde y blanco podrían indicar la presencia de un foco de moho.

El moho aparece dependiendo del ambiente y no del clima ni de las estaciones. En el interior de la vivienda, se suele mantener la temperatura constante, lo cual propicia que pueda crecer durante todo el año. Los lugares más frecuentes son los baños, los sótanos, zonas con goteras o los marcos de las ventanas.

Con una temperatura entre los 20 y los 50 grados el moho ya puede empezar a producir esporas. Además, otro foco importante suelen ser los aparatos de aire acondicionado, dado que pueden repartir las partículas por toda la casa de forma muy eficaz, así que nunca está de más limpiar de vez en cuando los filtros del aparato.

La humedad y los ácaros

ácaros producidos por la alergia a la humedad

Los ácaros son arácnidos de tamaños microscópicos que suelen ser uno de los causantes de las alergias y, al igual que el moho, necesita calor y humedad para prosperar. Además, también se alimentan de materia orgánica, normalmente, de nuestra piel muerta.

No son tan fáciles de percibir como el moho y suelen encontrarse en la ropa o en las alfombras pero sobre todo en nuestras sábanas y nuestra almohada. Su reproducción es proporcional a la humedad del ambiente, por eso se les denomina ácaros de la humedad.

Cada vez son más las personas alérgicas a los ácaros, y esto se debe a su sobreexposición, ya que nuestros hogares se han vuelto más cálidos y más cómodos para ellos.

Síntomas

Los síntomas que podemos notar son todos muy parecidos en otros tipos de alergia, como:

  • Reiterados estornudos.
  • Tos seca.
  • Dificultades para respirar.
  • Opresión en el pecho.
  • Rinitis.
  • Picazón en garganta, ojos o nariz.
  • Congestión.
  • Asma.
  • Sequedad en la piel.

La tos suele ser uno de los principales síntomas y viene dada por un agente exógeno, como puede ser un ácaro o un hongo, hecho que denota un claro síntoma de alergia a la humedad, sobre todo si es crónica.

En los niños hay que tener especial atención con los síntomas que estos presentan. Algunos como secreción de mucosa durante la mayor parte del año, catarros muy frecuentes, crisis de asma y ojos constantemente llorosos podrían ser buenos indicativos.

Pruebas médicas

Actualmente aun no se sabe exactamente cuáles son los factores que provocan la reacción alérgica. Por eso, las pruebas son prácticamente iguales para todos los tipos de alergias:

  • Test de Patrick B prueba de punción cutánea, en la que introducen el alérgeno en la piel para comprobar cómo reacciona.
  • Intradérmica: parecida a la anterior, pero esta se introduce de forma más profunda. Dan resultados más claros pero son menos seguras debido a las reacciones que puedan provocar.
  • Análisis de sangre: se extrae sangre y se incuba para ver si reacciona con el alérgeno.

Tratamientos y remedios

Existen diversos tipos de medicamentos y remedios para esta dolencia que cada vez sufren más personas.

Pastillas y vacunas (farmacológicos)

  • Inmunoterapia: utiliza las vacunas para introducir una pequeña dosis del alérgeno en el interior del cuerpo a fin de que el sistema inmunológico aprenda a combatirlo. Se introducen mediante una aguja.
  • Farmacoterapia: utiliza pastillas y medicamentos administrados dependiendo de gravedad de la reacción. Lo que estos intentan es aminorar los síntomas. Los más comunes son: Antihistamínicos, Bronodilatadores (relajan el músculo de la pared bronquial) y los Corticoides.

Homeopatía

Se basan en hábitos y comportamientos del paciente para detectar el foco de su alergia. Dependiendo de cada paciente se administran diferentes medicamentos homneopáticos, la gran mayoría pueden ser tan naturales como:

  • La cebolla para el lagrimeo de los ojos.
  • El silicio para mejorar la respiración.
  • Infusiones de pulsatilla, una hierba que alivia los pitidos del pecho.

La alergia a la humedad se ha convertido, según la OMS, en la sexta enfermedad más común. Nuestros hábitos, las nuevas tecnologías, la exposición y la fácil reproducción de ácaros y hongos han disparado exponencialemente el número de personas que sufren sus síntomas.

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